La OIM lanza capacitación en materia de primeros auxilios para refugiados rohingyas, pero la falta de fondos pone en peligro los servicios médicos en los campamentos de Bangladesh

Cox's Bazar - Mientras las copiosas lluvias azotaban los campamentos de refugiados rohingyas en Cox's Bazar esta semana, el equipo médico de la OIM ayudaba a otros a prepararse para las emergencias provocadas por los monzones y los ciclones, por medio del lanzamiento de un programa de capacitación sobre primeros auxilios diseñado para llegar hasta cientos de voluntarios en materia de seguridad.

La primera capacitación de asistencia de esta semana fue testigo de que 35 integrantes de los equipos de gestión de sitios de la OIM fueron capacitados en primeros auxilios de emergencia. Los participantes, cuyos trabajos regulares involucran la coordinación y ayuda a refugiados para que accedan a los servicios en los campamentos, ahora pasarán sus habilidades en materia de primeros auxilios recientemente adquiridas, a cerca de 650 miembros de unidades de voluntarios en materia de seguridad -equipos de refugiados que son capacitados para ayudar en la respuesta en materia de emergencias.

Casi un millón de refugiados están siendo preparados para enfrentar condiciones climáticas extremas que según se prevé causarán aludes e inundaciones que implicarán amenazas a las vidas de los pobladores de las arenosas y escarpadas laderas de los asentamientos de Cox's Bazar. La mayor parte de los refugiados llegaron al distrito luego de haber logrado escapar de la violencia en Myanmar en agosto del año pasado.

La OIM, las agencias asociadas y las autoridades de Bangladesh están haciendo lo posible para proteger a la comunidad de refugiados antes de la temporada de tormentas, pero los peligros de la topografía y la probabilidad de ciclones significa que no será posible protegerlos contra todo tipo de desastres.

Por consiguiente los refugiados y el equipo que trabaja en campo necesitan las cualificaciones necesarias para poder responder frente a las situaciones de emergencia. Las unidades de voluntarios de seguridad también están siendo capacitadas para el caso de incendios y en actividades de búsqueda y rescate.

"Con la inminencia de la temporada de monzones, la probabilidad de daños debido a los aludes, tormentas y ciclones es muy alta," dijo el funcionario de la OIM para preparación y respuesta en materia de emergencias Dr. Charles Halder. "Cuando ocurren daños lejos de las instalaciones sanitarias, estas personas que han sido debidamente capacitadas podrán asistir a los heridos a través de primeros auxilios básicos y ayudarán luego a trasladar esos casos a una instalación sanitaria adecuada."

Puede también que la temporada de monzones plantee otros desafíos médicos. Con meses de lluvia y de inundaciones por doquier, que ya se han anticipado, los riesgos de que surjan enfermedades originadas en el agua, como por ejemplo la diarrea severa acuosa (AWD por su sigla en inglés) aumentarán dramáticamente.

La diarrea acuosa severa puede causar una grave y repentina deshidratación y la OIM esta semana abrió los dos primeros de un total de cinco puntos de rehidratación oral que han sido instalados a lo largo de los campamentos. Hasta 20 personas por día pueden recibir tratamiento por medio de sales de rehidratación oral o suero en cada uno de esos puntos.

Cinco equipos médicos móviles también están siendo capacitados para brindar cuidados de salud primaria vitales a los refugiados, cuando las condiciones del suelo durante los monzones dificulten el acceso a las instalaciones médicas.

La mayor parte de los refugiados se encuentran viviendo en albergues básicos hechos de varas de bambú y de láminas plásticas. Las copiosas lluvias que los monzones producen y la amenaza constante de ciclones crearán estrés adicional para una población que ya ha sufrido muchísimo a raíz de la limpieza étnica en Myanmar.

Como parte del plan de preparación para emergencias de la OIM, para los equipos médicos móviles, 46 doctores, enfermeras y paramédicos han recibido capacitación en materia de primeros auxilios psicosociales. Esto ayudará a que puedan ofrecer apoyo en materia de salud emocional y mental de emergencia a las personas durante los difíciles meses por venir.

Pero la OIM advierte también que se necesitarán más fondos para poder seguir suministrando servicios médicos vitales durante los monzones. El equipo médico de la OIM ya ha tratado casi 80.000 casos por mes, de refugiados y de miembros de la comunidad de acogida, y los desafíos en materia de salud planteados por los monzones ciertamente harán que tales cifras vayan en aumento.

Sin fondos adicionales, ocurrirán muertes que podrían haberse evitado a través de los cuidados adecuados. Si la escasez de fondos también limita los servicios de monitoreo de enfermedades que la OIM realiza, la habilidad para detectar con rapidez y responder a enfermedades transmisibles tales como la difteria y el sarampión, también se reducirá drásticamente, poniendo a los refugiados en un riesgo aumentado de padecer un brote de mayor envergadura.

"No podemos subestimar el impacto devastador y la potencial pérdida de vidas que ocurrirá si tenemos que reducir nuestros servicios médicos en este momento crítico," dijo John McCue, Coordinador de Operaciones de Rango Senior de la OIM en Cox's Bazar. "El momento de actuar para reducir el riesgo de una emergencia sanitaria mayor es ahora y precisamos apoyo financiero para poder hacerlo."

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