Los conflictos e impactos climáticos agravan la inseguridad alimentaria existente en muchos países
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Fecha:
20 Septiembre 2018
Los conflictos persistentes y los impactos climáticos negativos están provocando altos niveles de inseguridad alimentaria severa, en particular en países de África austral y el Cercano Oriente, que continúan requiriendo ayuda humanitaria, según un nuevo informe publicado hoy por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Un total de 39 países -31 de los cuales están en África, siete en Asia y uno en el Caribe (Haití)-, necesitan ayuda alimentaria externa, en una situación sin cambios desde hace tres meses, según el informe Perspectivas de cosechas y situación alimentaria. La FAO hace hincapié en que los conflictos prolongados, los fenómenos meteorológicos extremos y el desplazamiento siguen obstaculizando el acceso a los alimentos de millones de personas vulnerables.
Los conflictos civiles y el desplazamiento de la población siguen siendo los principales motores de la inseguridad alimentaria en África oriental y el Cercano Oriente, mientras que las condiciones de tiempo seco redujeron la producción de cereales en África austral, según el informe.
Previsión de una menor producción mundial de cereales
El pronóstico más reciente de la FAO para la producción mundial de cereales en 2018 se sitúa en 2 587 millones de toneladas, el mínimo en los tres últimos años y un 2,4 por ciento menos que el nivel récord del año pasado.
La producción de cereales en los 52 países de bajos ingresos con déficit de alimentos (PBIDA) se proyecta este año en alrededor de 490 millones de toneladas, alrededor de 19 millones por encima del promedio de los últimos cinco años. La producción total refleja los resultados reducidos por la meteorología adversa en África austral, Asia central y el Cercano Oriente que se prevén compensadas por los aumentos de producción en el Lejano Oriente asiático y África oriental.
Los conflictos y desplazamiento afectan a la seguridad alimentaria
Los conflictos civiles, a menudo combinados con eventos meteorológicos extremos, han tenido un elevado impacto en la seguridad alimentaria de poblaciones vulnerables en la República Centroafricana, Nigeria, Sudán del Sur, Siria y Yemen, entre otros países.
En Yemen, debido al conflicto en curso, se estima que 17,8 millones de personas padecen inseguridad alimentaria y requieren ayuda humanitaria urgente, un aumento del 5 por ciento con respecto a 2017.
En la República Centroafricana, se calcula que cerca de 2 millones de personas (el 43 por ciento de la población total), necesitan ayuda alimentaria urgente debido a la guerra civil, varios años consecutivos de producción agrícola reducida y el funcionamiento deficiente de los mercados, especialmente para la población desplazada, las familias de acogida y repatriados, todo ello agravado por enfrentamientos violentos y tensiones intercomunales.
El clima seco afecta la producción de cereales en África austral, Cercano Oriente y América del Sur
Las lluvias insuficientes registradas en África austral en las etapas clave de los cultivos limitaron este año la producción cerealera, con las mayores reducciones registradas en Malawi y Zimbabwe.
En Malawi, con la producción de cereales de este año estimada por debajo del promedio, el número de personas que padecen inseguridad alimentaria en 2018 podría más que duplicarse respecto al año pasado, llegando a 3,3 millones de personas.
En Zimbabwe, se estima que 2,4 millones de personas padecen inseguridad alimentaria en 2018 como resultado de la menor producción de cereales y las restricciones de acceso a los alimentos derivadas de los bajos ingresos y los problemas de liquidez de los hogares vulnerables.
La región del Cercano Oriente ha experimentado también lluvias insuficientes que han mermado la producción de cereales, especialmente en Afganistán y Siria. En Siria, se estima que alrededor de 6,5 millones de personas padecen inseguridad alimentaria y otros 4 millones están en riesgo de padecerla, según el informe.
Las condiciones climáticas secas en América del Sur han reducido la producción de cereales en 2018 desde el récord del año pasado, en especial del maíz. En América Central y el Caribe, las lluvias desfavorables afectaron igualmente a la producción de maíz de este año, excepto en México.
Repunte de las cosechas en el Extremo Oriente asiático y África oriental
En el Lejano Oriente asiático, se pronostica un aumento de la producción de cereales en 2018, reflejando principalmente los incrementos en Bangladesh y la India, con este último país registrando una producción récord de trigo este año debido a las favorables condiciones meteorológicas. Del mismo modo, en Bangladesh, la meteorología favorable, respaldada por las perspectivas de precios remunerativos, llevaron a un aumento en la siembra de arroz que impulsó la producción de cereales en 2018, tras los reducidos resultados del año pasado.
Del mismo modo, como resultado del clima favorable, también se pronostica que las cosechas de cereales en África oriental se recuperen de los niveles reducidos de 2017. Sin embargo, las lluvias torrenciales a principios de este año -y más recientemente en agosto- provocaron inundaciones que causaron pérdidas localizadas de cosechas-
Los 39 países que actualmente necesitan ayuda alimentaria externa son: Afganistán, Burkina Faso, Burundi, Cabo Verde, Camerún, República Centroafricana, Chad, Congo, República Popular Democrática de Corea, República Democrática del Congo, Djibouti, Eritrea, Eswatini (ex Suazilandia), Etiopía, Guinea, Haití, Iraq, Kenia, Lesotho, Liberia, Madagascar, Malawi, Malí, Mauritania, Mozambique, Myanmar, Níger, Nigeria, Pakistán, Senegal, Sierra Leona, Somalia, Sudán del Sur, Sudán, Siria, Uganda, Yemen y Zimbabwe.
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